En cada consulta con el dietista-nutricionista se trabaja con diferentes herramientas para saber cómo elaborar un menú saludable, conocer los diferentes nutrientes y la composición de los alimentos, así como saber leer etiquetado, desmentir muchos de los mitos alimentarios, saber elegir alimentos más saludables y todo según el estilo de vida que se tenga.
Si hay problemas o una mala relación con la comida, se aborda esa “problemática” de manera que uno sea “capaz por sí mismo” de controlarlo y poder disfrutar de la comida.